Spain is still different

Que quereis que os diga, el cine español también son otros valores, otras propuestas que desgraciadamente no encuentran calado entre el cártel de "progrectoras" cinematográficas y, o son condenadas al más inclemente ostracismo o no tienen que pasar por el aro del "cine español de autor" y exportarse como rara avis. Lo que no es un perpetuamiento de la españolada landista más abismal (pero con un nuevo lavado de cara que se note que aunque el único leivmotiv de la peli sea mojar el churro, ya estamos en el siglo XX donde aún hay cabida para la escatología fácil), es un cine revanchista rancio sujeto a un oportunismo atroz (como la peli que nos ocupa o mi bienodiada Mar adentro: lacrimógena, facilona pero con la buen dirección de Amenábar), cuando no se convierten en subproductos creados para el lucimiento televisivo. ¿La periferia? bien esta el consagradisimo "directeur" Almodovar; las jóvenes promesas con buenas ideas y criados en el seno del cortometraje y la cinefilia (veasé Koldo Serra, Nacho Vigalondo o el reciente bien apadrinado-Bayona)autores que cuando consiguen algún tipo de financiación o bien es ridícula o bien proviene del extranjero. Y situados más allá áún de la perfieria, los innovadores, los incomprendidos los autores destinados a salas de arte y ensayo herederos del Genial Victor Erice como Jose Luis Guerín yalgún que otro encariñado de la crítica más pedantera como Albert Serra o Marc Recha (uy! ya saltará uno diciendome que esto es cine catalán, pues vale). Con esta larga y absurda reflexión quiero exponer que no pienso ver otra "Arandada" (aunque el no sea el director es un sello latente) de muejeres histéricas cual síndrome premenstrual, sea en el contexto histórico que sea, y con una intención propangandística que da arcadas. El cine español, en su mayoría, no gusta porque está ensimismado. No busca su público, pretende que el público lo busque a él. Esto explica la existencia de una productora como Filmax, que apostó claramente por una división en el seno de su empresa dedicada al de cine fantástico y de terror con proyección internacional y cuya perpetuidad y aceptación demuestra ha encontrado calado entre el público. Se trata de diversificar la oferta y romper estereotipos, algo que nuestra patria industria se muestra reacia. Si no, ¿ cómo explicar que aún los Cronocrímenes, ópera prima del cuando menos genial y ocurrente Nacho vigalondo no haya encontrado aún distribuidora?. Probablemnte me haya dejado algún resquicio sin atender de nuestra patria constelación filmíca, esto es todo lo que me ha venido a la cabeza ahora, si dais juego se podría seguir indagando, especialmente en nuestros más olvidados: Jaime Rosales, Iván Zulueta, Santi Amodeo, etc... que sí que apuestan y apostaron por otras visiones de lo que denominamos "cine español".

PD: Esto iba a ser un comentario al post de mi bienhallado Trobobo "Los 13 truños" pero me quedó tan largo y tan propenso al debate que he decidido colgarlo independientemente".