Ink es una película diferente, especial, esta mas cerca de parecer un viaje onírico por el subconsciente del director que una película en sí. Un realización estilo videoclip y una post-producción acorde al argumento que ayuda a sumergirnos en un mundo de sueños y fantasías. Recomendable pero hay que tener paciencia para verla.
Estas criaturas con gafas, sonrisas terroríficas y pantallas de cristal en la cara son la personificación perfecta de una pesadilla.